Al hilo de las taxativas
manifestaciones que ha hecho esta mañana a la SER , el señor Presidente del Gobierno, desde
Bruselas, sobre no tener necesidad de pedir el rescate y le basta el préstamo de
40.000 millones de €, para aliviar las necesidades de tesorería, me han dejado estupefacto.
El sentido común nos dice que, no es
adecuado pedir prestado cuando no existe un proyecto concreto al que destinar
el valor del préstamo, porque nadie pedirá dinero para hacerlo dormir en una
cuenta corriente, dejando que pase el tiempo, que traducido en intereses
suponen una dura carga para el prestatario. Visto así hemos de colegir que el
Presidente del Gobierno no tiene ningún proyecto para reducir el paro y que por
lo tanto no necesita rescate. Si el mayor problema que tiene el país carece de
proyecto por parte del Gobierno, lo que sí necesitamos con la mayor urgencia es
un nuevo Gobierno. Un Gobierno que sea capaz de entender que no hay mayor
problema en España que la inactividad de los trabajadores, La riqueza de un país no se fundamenta en el
orgullo de pertenecer a esta parte o a la otra de la geografía nacional, si no
en la actividad productiva que sea capaz de desarrollar, desde los empresarios
a los trabajadores, pasando por una prudente e inteligente orientación
gubernamental vía BOE. Si el Presidente del Gobierno tira la toalla, ante la
más grave enfermedad de la sociedad española, ¿Para qué nos sirve? Lo que sería
natural es que dejara el cargo en manos de otro que sí tuviera un proyecto para
aumentar la productividad y por lo tanto la competitividad del país.
El mercado interior se ha reducido
fuertemente por dos razones principales. La primera ha sido la caída, casi a
cero, de la industria de la construcción. Ya se han hecho muchas afirmaciones,
casi todas certeras de los motivos. La principal el exceso de construcción,
pero no voy a buscar más concreciones que ya se han hecho por otros. La
segunda, la crisis mundial que ha afectado más a Europa y a EEUU, mercados
habituales de nuestros productos. Los clientes de productos españoles se han
reducido tanto en el interior como en el exterior, pero el mercado interior
tiene una explicación clara que todos vemos sin ser estudiosos de los mercados.
La demanda se ha reducido por la grave lacra del paro, agravada por la
reducción del poder adquisitivo de los que aún trabajan y el Presidente no
necesita ayuda de la UE. ¿Qué le pasa al Presidente? ¿Sólo le preocupa
la estabilidad de la tesorería del Estado? ¿Todavía no se ha dado cuenta que el
Estado en si mismo no puede resolver nada sin la colaboración de los
ciudadanos, uno por uno?
Hace falta un proyecto valiente y
eficaz para aumentar el poder adquisitivo de la totalidad de la ciudadanía
española. Solo nos falta la persona capaz de hacerlo. Una persona que piense en
la eficacia del aumento de la productividad para salir a los mercados
internacionales con una competitividad suficiente y rápida. Para ello hay que
volver a las cifras de trabajadores en activo que ronde los 20/21 millones y
que tengan salarios suficientes para un consumo alto y regular. Empresarios con
ingenio capaces de abrir mercados pensando más en el aumento de trabajadores en
sus empresas, que en beneficios altos inmediatos, que estos llegarán cuando haya
consumo interior.
No hay que poner la esperanza de una
mayor productividad en la reducción de salarios, si no al contrario. El valor
de la mano de obra en el siglo XIX, afectaba a los productos industriales en un
porcentaje muy elevado, pero con el maquinismo moderno la afectación en el
costo real de la mano de obra es francamente bajo y reducir salarios es una
equivocación total. Lo que se reduce es el consumo de los trabajadores y no se
mejora en la productividad.
Articulo escrito por Rafael Guardiola, militante de la Agrupación Socialista de Valdemorillo
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